Yo soy así…..siempre he sido así…, se convierte a menudo en un recurso semántico de justificación sobre nuestro inmovilismo. Aun generando malestar psicológico, el no movimiento nos permite precisamente eso. Parece que estamos ante un trampa cognitiva que nos ancla en una posición poco adaptativa. Si yo soy así, siempre he sido así… es de suponer que siempre seré así, con lo que parece evidente que en dicho fundamento existe poco lugar al cambio y si mucha cabida a los conflictos internos sobre lo que querría hacer y lo que no me permito hacer.

Dyer W. (1976). Tus zonas erróneas. Ediciones Grijalbo S.A. 1978. Barcelona.

Preferimos, en ocasiones, estar instaurados en el malestar si con ello evitamos movernos.